Opinión pública
Los medios de comunicación han cambiado indudablemente,
y gran parte de esos cambios se deben al papel protagonista de la opinión pública.
Desde la transición española, los medios de comunicación han cambiado enormemente. Esos cambios vienen principalmente gracias a la Constitución de 1978, donde se recoge en su Artículo 20 la apertura en los medios de comunicación. En los años 80 se expanden las nuevas tecnologías y aparecen grandes grupos multimedia, como Prisa o Correo. Tan sólo una década más tarde aparecen las cadenas de televisión privadas y autnómicas, con las que aumenta notablemente la oferta audiovisual para los ciudadanos españoles. Los siguientes años vivimos una época bastante más positiva que la actual, ya que desde el año 2007 reina la crisis económica, política y periodística, que a su vez lleva a una crisis de confianza en los medios. Es entonces cuando crece con gran fuerza el poder de la opinión pública. Pero, ¿qué es la opinión pública?
No debemos olvidar que a día de hoy todavía existen grandes agencias que controlan la información en todo el mundo. Además, con las nuevas tecnologías, la información es masiva, llevando incluso a la infoxicación. También encontramos el caso de profesionales de la comunicación que sólo admiten como válida aquella información que proviene de otro profesional, sin incluir bajo ningún concepto la información aportada por un ciudadano no especialista en comunicación por el simple hecho de no ser información institucionalizada.
Hoy en día, y quizá más que nunca, opino que esa reivindicación ciudadana es necesaria. No podemos quedarnos impasivos ante el bombardeo constante de información y la manipulación política de determinados medios. Gracias a las nuevas tecnologías y las redes sociales tenemos la oportunidad de expresar nuestras opiniones y dar a conocer hechos y situaciones que consideramos relevantes. No obstante, esta facilidad de comunicación y difusión de información debe venir acompañada de una alta alfabetización mediática y visión crítica. En definitiva, ésa es la opinión pública.